Aidan Chambers - Los niños como críticos

En este capítulo se presentan las siguientes preguntas: ¿Pueden los niños contar, o cuentan de hecho, la “historia de su lectura”? ¿Realizan lo que Auden espera de un crítico? 

Estas interrogantes nos hace replantear las instancias de socialización que se generan a partir de la lectura de un texto, donde las principales preguntas que se generan son: ¿de qué se trata el texto?, ¿cómo se llaman los personajes?, ¿cuál es el tema del texto?, ¿cómo finaliza la historia? 


Pero, rara vez se les pregunta: ¿cuál es tu opinión sobre lo leído? ¿estás de acuerdo con lo que se expone? ¿cómo te habría gustado que fuese el desenlace de la obra?

Si se hicieran constantemente estas preguntas o escucháramos de manera más atenta a los estudiantes, nos daríamos cuenta que, a pesar de su corta edad y de sus pocos conocimientos previos sobre el tema trabajado, poseen sólidos argumentos para defender una postura o efectuar una crítica.

Pero se puede obtener valiosa información no solo mediante los diálogos grupales, sino también de forma privada, pudiendo ser una breve entrevista o un ensayo crítico escrito. A conceder distintos espacios y formas para que los alumnos se expresen libremente, obtendrán mayor confianza en sus percepciones u opiniones de todo tipo de tema, su miedo a habla en público, a equivocarse o tener la razón, desaparecerá y la curiosidad por querer ampliar sus conocimientos será más constante.

Es por esto que, formar niños críticos desde una temprana edad es muy beneficioso para su desarrollo como ser social y para esto, el profesor/a debe brindarles mayores espacios para la libre expresión.